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Las malas consecuencias de difamar al verdadero practicante

(佛說慢法經)

Una vez dos personas fueron a ver a Buda. Después de hablar con él, el primero se iluminó muy rápidamente, mientras que el segundo no sólo no encontró la sabiduría de la iluminación, sino que se encontró con muchos problemas.


Ananda preguntó entonces al Buda:

«¿Por qué algunas personas pueden obtener muy rápidamente grandes beneficios de la práctica del budismo, y otras encuentran muchos problemas y no avanzan? «

El Buda respondió:

«Hay personas que practican buscando comprender el verdadero significado del budismo y que perseveran en la aplicación de la enseñanza en su vida cotidiana. Siguen los preceptos, y todos los dioses celestiales y los seres humanos están deseosos de protegerlos. Por eso estas personas obtienen muchos beneficios: se enriquecen y se ganan el respeto de los demás. «

El Buda añadió:

«También hay otro tipo de personas que pretenden practicar pero que en verdad están atrapadas en puntos de vista erróneos o tienen mucho orgullo. Estas personas desprecian a los verdaderos practicantes y al ver, por ejemplo, que alguien saluda al Buda, pueden decir que esa persona es sólo supersticiosa y así difamar la práctica budista. Tienen envidia de los que han triunfado en la vida y cuando se encuentran con personas que no dicen lo que ellos quieren oír, se enfadan fácilmente. Además, no respetan los sutras budistas: los exponen en las paredes como simples decoraciones, sin buscar su verdadero significado. Su única motivación es hacerse ricos y famosos, por lo que sólo buscan satisfacer su propio ego. Este tipo de personas nunca obtendrán mucho beneficio de lo que hacen porque todas sus acciones están orientadas a su propia satisfacción personal. Así, en lugar de ayudarles a progresar, la práctica les llevará más bien a caminos inferiores. Además, estas personas no se dan cuenta de que todos estos problemas que les ocurren son obra de ellas mismas y prefieren culpar a los demás. «

A partir de esta historia entendemos que la motivación con la que practicamos es primordial. Si practicamos para satisfacer nuestro propio ego, no llegaremos lejos. Por el contrario, es de gran importancia adquirir el verdadero conocimiento de las enseñanzas de Buda y es aún más importante mantener los preceptos. Además, hay que evitar especialmente a los maestros que dicen poseer las verdades budistas pero que son totalmente incapaces de respetar las reglas de vida establecidas por Buda.