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En los últimos días, un fuerte terremoto ha causado miles de muertos en Turquía y Siria, y muchas personas se han quedado sin hogar.
Un cariñoso homenaje a una amiga tras el terremoto.
Recuerdo el violento terremoto que tuvo lugar hace unos veinte años en Taiwán, cerca de Nantou. Una amiga, que afortunadamente pudo escapar de su casa justo antes de que se derrumbara, describió el desastre en términos vívidos, diciendo que el cielo parecía estar a sus pies y la tierra en el cielo. Añadió que poco antes del terremoto había discutido con una amiga, con la que había decidido no hablar. Pero el terremoto le había ayudado a relativizar las cosas y a ponerse por fin en contacto con esa persona, pensando que una pequeña tormenta entre dos personas era muy poca cosa comparada con un terremoto de tal magnitud: la vida era más importante.
¿Fue un dragón el que hizo temblar la tierra?
Cuando era niño, me contaron que había un pequeño lago al pie de la montaña Fo Guan Shan, y que allí dormía un dragón. Cuando se agitaba, provocaba terremotos. Sabiendo esto, un gran bodhisattva, Avalokitesvara, que era muy compasivo, decidió descansar sobre el cuerpo del dragón para evitar que agitara la tierra. Esto significaba, en mi mente infantil, que si la tierra temblaba era porque Avalokitesvara se había alejado temporalmente del dragón. Pero, en realidad, no es así como el budismo explica los terremotos.
El budismo cree que el mundo exterior es la manifestación de la conciencia de todos los seres sensibles. El budismo cree que dentro de esta conciencia hay cuatro manifestaciones funcionales principales, a saber, la tierra, el agua (liquido), el viento y el fuego.
Las escrituras budistas afirman que la corteza terrestre flota sobre una capa de corrientes de consistencia líquida, y la ciencia moderna está de acuerdo. He aquí la estructura interna de la Tierra:
- Corteza continental (elemento terrestre). 2. Corteza oceánica (corteza de elemento liquido – agua). 3. Manto (astenosfera o mesosfera, considerada como corteza de elemento líquido). 4. Núcleo (elemento fuego).
En el Saddharmasmṛty-upasthāna sūtra, Buda dice: «La tierra flota sobre el agua. Ahora, el agua es agitada por el viento. El agua así agitada, agita a su vez la tierra, provocando terremotos.»
Así pues, el Bodhisattva que se alejó del cuerpo del dragón no tuvo nada que ver con el terremoto.
Volvamos ahora a la primera causa. El viento existe porque nuestras mentes se animan (debido a la codicia, la ignorancia y la ira). El viento es, pues, el resultado del karma colectivo. Aquel cuya mente no está perturbada por nada no hace soplar el viento y, por tanto, no produce un terremoto. Sin viento, el agua no se agita, y cuando el agua está en calma, la tierra no tiembla.
Para satisfacer un deseo, tenemos que extraer materiales de la tierra, lo que tiene implicaciones ecológicas más o menos considerables.
Pongamos un ejemplo sencillo: ¿una villa de lujo es el resultado del deseo de un promotor y una persona rica? El promotor pide a un arquitecto que diseñe el proyecto, Que se va ejecutando poco a poco. La villa de lujo se hace así realidad, ¿no? Del mismo modo, desde la mesa más pequeña hasta la calle más grande, hasta la ciudad, hasta el país entero, hasta nuestro entorno vital, ¿no está todo creado por los deseos de nuestro corazón? Desde este punto de vista, ¿no tiene cada acción que realizamos, cada pensamiento que tenemos, un gran impacto en nuestro entorno?
Si no cuidamos nuestro entorno, ¿no provocará más contaminación ambiental, más calentamiento global (fuego), cambio climático (viento) después del calentamiento? ¿Volverá a desplazarse la corteza terrestre?
Mucha gente puede pensar que comprar un coche eléctrico es muy respetuoso con el medio ambiente, pero ¿se han fijado alguna vez en que la batería de un coche eléctrico requiere más energía para producirse, desde la extracción inicial de los minerales raros hasta la producción de la batería? Además, ¿la eliminación posterior de las baterías usadas no es más contaminante para el medio ambiente? ¿No provoca un mayor calentamiento del medio ambiente?
Así pues, nuestros pensamientos repercuten en el viento, en el agua, en la tierra. Todas las catástrofes naturales son fruto de nuestro karma colectivo.
Por eso, como practicantes budistas, debemos estar muy atentos a nuestros pensamientos y deseos. Ser vegetariano ya es una buena forma de reducir nuestro impacto medioambiental.
Posdata
En el segundo volumen del Dīrgha Āgama Sutra también se pueden encontrar otras razones de los terremotos:
- La tierra flota sobre el agua. Ahora, el agua es agitada por el viento. El agua así agitada, agita a su vez la tierra, provocando terremotos.
- Un ser con poderes sobrenaturales puede provocar un terremoto si decide utilizarlos.
- Un gran bodhisattva que viene de la tierra de Tusita y desciende a nuestra tierra provoca terremotos, porque muchos espíritus le acompañan. Sin embargo, él no causa la muerte de nadie (ni tampoco las causas siguientes).
- El futuro Buda nacerá pronto. De ello se deduce que muchos seres, deseosos de presenciar el nacimiento, se reúnen cerca de su lugar de nacimiento y producen así un terremoto.
- 5. Un Bodhisattva alcanza o explica la iluminación. La tierra tiembla entonces en el mismo lugar donde se encuentra el bodhisattva.
- Un Buda se convierte en Buda. Los dioses celestiales y muchos otros seres quieren acercarse al Buda.
- Un Buda abandona su cuerpo.
- Un Buda entra en el gran nirvana.