(Agama Sutra)
Un día Mahakasyapa fue a ver al Buda Shakyamuni. Le saludó y le hizo la siguiente pregunta:
«Venerable Maestro, cuando, al principio de su enseñanza, sólo daba unos pocos preceptos, los monjes sabían practicar con serenidad. Sin embargo, cuando usted introdujo más preceptos, a los monjes les resultó difícil escuchar la enseñanza porque les atormentaba el impulso de violarlos. ¿Por qué?»
Entonces el Buda respondió:
«Ciertamente, los seres sintientes tienen cinco contaminaciones. La primera contaminación es el apego a nuestro propio cuerpo ( Creemos que nuestro cuerpo es nuestro verdadero yo y nos apegamos a sus características).
La segunda es el apego a lo que constituye la identidad del ser sensible (Por ejemplo, el sentimiento de pertenencia a una nacionalidad, a una religión). La tercera es el apego a los objetos de la conciencia, que crea preocupaciones (Por ejemplo, el hecho de tener apego a una determinada comida y ser infeliz si el plato no corresponde a nuestro gusto, o el hecho de enfadarse si tenemos que escuchar una música que no nos gusta, etc.). El cuarto es el apego a los conceptos (Por ejemplo, cuando nos apegamos a visiones erróneas y no podemos razonar correctamente). La quinta es que no vemos la causa de los desastres naturales (Por ejemplo, pandemias, terremotos, etc.).
Debido a todas estas impurezas, el ser sintiente tiene menos ganas de practicar. Por esta razón, los grandes maestros se ven obligados a establecer reglas para evitar desviaciones y mantener a la gente en el camino correcto.
Kasyapa, escúchame, así es como la verdadera enseñanza desaparecerá gradualmente. La gente comenzará a apegarse a la imagen del Buda en lugar de seguir sus enseñanzas. Después, se apegarán a la imagen del Buda como a cualquier otra cosa de la vida cotidiana, es decir que no le dedicarán ningún respeto particular. Al final, ni siquiera se interesarán por la imagen de Buda, y ese será el fin de su enseñanza.»
El Buda continuó:
«Imagina un barco que lleva muchos tesoros, tesoros tan pesados que pronto lo hundirán. La verdadera enseñanza de Buda no se hundirá así: desaparecerá poco a poco. Los que no se adhieren al budismo no podrán detectar errores en la enseñanza de Buda y nunca podrán destruirla. Por otro lado, si alguien que dice ser un monje budista sustituye el verdadero significado de las palabras de Buda por ideas no budistas, entonces la enseñanza de Buda se desvanecerá gradualmente. La mayoría de los seres sensibles no comprenden en absoluto la verdadera enseñanza, y el Buda se vio obligado a establecer los preceptos para mostrar a los practicantes el camino. Si alguien rechaza los preceptos, está claro que no es un verdadero practicante. «
Para repetir lo explicado en estas pocas palabras, podemos decir que hay muchos practicantes budistas que dicen ser monjes pero que, en realidad, no respetan los preceptos. Además, lo que enseñan a menudo no es más que hinduismo camuflado tras el vocabulario budista. Si tu maestro no respeta los preceptos, es mejor que te separes de él lo antes posible, independientemente de su propia fama. Además, ten mucho cuidado de no caer con personas que abusen de ti sexualmente, como puede ocurrir en algunas sectas.