Menú Cerrar

Una fuerza puede superar todos los obstáculos

(Agama Sutra)

Un día el Buda y Ananda estaban en su monasterio y el Buda dijo delante de sus discípulos:

«Las mujeres pueden tener cinco fortalezas, y si una mujer posee incluso una de ellas, puede empezar a despreciar a su propio marido y pensar que no la merece.


Estos cinco puntos fuertes son, en primer lugar, la belleza; en segundo lugar, la fama y la notoriedad de su familia; en tercer lugar, la riqueza de su padre si éste posee muchas tierras y casas y si ella hereda estas propiedades; en cuarto lugar, la maternidad; en quinto lugar, ser mucho más astuta que su marido.

Es suficiente que una mujer posea uno de estos puntos fuertes para que desprecie a su marido. Sin embargo, el marido sólo necesita una fuerza para superar las cinco de su mujer: su riqueza e influencia son suficientes.

Tenemos exactamente el mismo caso cuando se trata del dios celestial Paranirmita Vasavartin que domina todo el mundo del deseo (también conocido como Mara).

Utiliza cinco fuerzas para impedir que la gente se libere de su reino. La primera es el sexo, la segunda la fortuna, la tercera la reputación, la cuarta la comida y la quinta el sueño. Con estas cinco fuerzas impide que la gente deje el mundo del deseo.

Por otro lado, para superar las que utiliza el dios celestial, el practicante sólo tiene una fuerza: la perseverancia. Esta virtud permite superar todo tipo de obstáculos, e incluso ir más allá del mundo de la forma y del mundo sin forma, para llegar finalmente al nirvana. «

El Buda recomendó entonces a todos los practicantes que perseveraran en la práctica, mantuvieran los preceptos y tuvieran una conducta correcta para llegar un día al nivel del Buda y salir del ciclo de la reencarnación.

A partir de esta historia entendemos que debemos practicar y sobre todo mantener los preceptos. Para que un tren funcione, necesitamos raíles, y ese es exactamente el objetivo de los preceptos: proporcionar los raíles para nuestra práctica. Si no hay raíles, el tren, por sufrir un accidente prematuro, no llegará a su destino.  Del mismo modo, sin los preceptos, tu práctica no te llevará a ninguna parte. Si tu maestro no respeta los preceptos, pero sin embargo pretende enseñarte la palabra de Buda, no sólo no lograrás progresar, sino que incluso puedes tener un accidente.

Amitofo.