
Decimos que todos los Budas tienen los diez epítetos. ¿Qué significa esto?
Simplemente significa que todos los Budas han perfeccionado su sabiduría y sus virtudes y han alcanzado la iluminación final.
Sin embargo, para conseguirlo, los seguidores del budismo deben refugiarse en los tres tesoros, a saber, el Buda, el Dharma y la Sangha, y hacer los cuatro grandes votos que marcan su compromiso con el camino del Bodhisattva e indican su ambición permanente de alcanzar la Budeidad.
Los cuatro grandes votos son los siguientes: (1) por innumerables que sean los seres sensibles, hago el voto de salvarlos a todos; (2) por inagotables que sean las aflicciones, hago el voto de erradicarlas todas; (3) por inconmensurables que sean las enseñanzas, hago el voto de estudiarlas todas; y (4) por difícil que sea el insuperable camino hacia la Budeidad, hago el voto de completarlo.
Después de hacer estos votos con todo nuestro corazón, los recordaremos constantemente y esto fortalecerá nuestra convicción de alcanzar la Budeidad a lo largo de las 52 etapas de la práctica, sin importar los obstáculos que puedan aparecer en nuestro camino. Además, nadie puede convertirse en Buda sin pasar por todas estas etapas y acumular el mérito y la sabiduría necesarios.
Los Budas son iguales porque todos poseen los siguientes diez epítetos: «el Tathāgata; el Digno de Respeto; el Iluminado; el Perfecto en Sabiduría y Conducta; el que ha salido del mundo; el que ha comprendido completamente el mundo secular; el Insuperable; el Domador; el Maestro de Dioses y Hombres; y el Buda (Bhagavān)», Yogacarabhumi-sastra, Vol. 38. Estos epítetos se denominan los diez epítetos de Buda, cada uno de los cuales representa un aspecto magnífico de la sabiduría mundana y supramundana, las virtudes y los poderes inconcebibles de Buda. Aquel que posee plenamente estas diez virtudes y poderes de la sabiduría se llama Buda.
Las enseñanzas de Buda permiten a sus discípulos alcanzar a su vez la Budeidad pasando por las cincuenta y dos etapas de la práctica. Todos los seres sensibles tienen diferentes capacidades y, por lo tanto, los métodos ofrecidos por el Buda se adaptan a las capacidades de cada individuo. En primer lugar, Buda enseñó los cinco preceptos y las diez virtudes para garantizar que sus seguidores observaran la integridad moral y la ética. Además, las buenas acciones facilitarán nuestra práctica budista e incluso nos permitirán renacer en el paraíso, donde tendremos una gran longevidad. Así, después de estudiar el dharma relacionado con los mundos humano y celestial, los discípulos sabrán cuál es la mejor manera de vivir como humanos hoy en día para asegurarse de renacer en mejores condiciones en nuestro mundo, o como seres celestiales. Los cincuenta y dos pasos de la práctica son nuestro mapa que nos guiará hacia la Budeidad. Con este mapa y nuestra comprensión general de la sabiduría, los méritos y las virtudes de Buda, podemos reforzar nuestra confianza en el camino que seguimos.
Según las enseñanzas del Yogacarabhumi-sastra, la sabiduría puede clasificarse en dos categorías: la sabiduría mundana y la sabiduría transmundana. La sabiduría mundana es la que todos conocemos y la que nos permite obtener un título o vivir nuestra vida como humanos. La sabiduría transmundana, en cambio, implica la liberación de los tres mundos y es la sabiduría específicamente budista. El término «liberación» sugiere que un ser sensible puede salir del ciclo de la reencarnación. En otras palabras, la sabiduría transmundana se adquiere siguiendo el camino de la liberación y el camino hacia la Budeidad.
Las enseñanzas sobre el camino de la liberación se centran en cómo salir del samsara, dejar atrás los tres mundos de existencia y entrar en el nirvana. El camino hacia la Budeidad, en cambio, consiste en alcanzar, inicialmente, la iluminación, es decir, la realización personal de la existencia del verdadero yo que es el origen de todo. En términos budistas, se trata de cruzar el puente para adquirir la sabiduría prajna, lo que permite a los bodhisattvas comprender el verdadero significado del Mahāprajñāpāramita-sūtra.
Según el Buda, todos los seres sensibles poseen la naturaleza de Buda (la talidad de la realidad) y pueden convertirse en Budas mediante la práctica secuencial y persistente basada en su naturaleza de Buda. Ayudar a los demás es una forma de cultivar nuestros méritos y virtudes, lo que reforzará nuestra sabiduría a la hora de tratar todos los asuntos.
A la luz de lo mencionado anteriormente, el boddhisattva cuyo objetivo es convertirse en un buda ayuda a los demás de diversas maneras y, al mismo tiempo, aplica la sabiduría del prajna, mediante la introspección de los propios pensamientos y comportamientos y su modificación. De esta manera, las semillas de los hábitos nocivos almacenados en su naturaleza de Buda pueden ser purificadas, y así puede completar, lenta pero seguramente, el camino hacia la Budeidad. Una vez completadas las cincuenta y dos etapas de la práctica budista y obtenida la sabiduría perfecta de un Buda, podremos entonces beneficiar a todos los seres, permaneciendo en el estado de nirvana. Entonces podremos cumplir los cuatro grandes votos que hicimos inicialmente como budistas.