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Una vida pasada del Boddhisattva Ksitigarbha


(Jataka)

Hace mucho tiempo apareció un Buda cuyo cuerpo físico ya había vivido cuarenta kalpas (Una kalpa es el tiempo de duración de un planeta). Se llamaba «el ojo del loto puro». Después de su muerte, un gran arhat se comprometió a educar a todo el mundo. Un día visitó a una agradable dama que se llamaba «con los ojos llenos de luz». Ella lo invitó a comer y al final de la comida el arhat le hizo saber que podía pedirle algo si lo deseaba.

Así que dijo: «Hoy es el aniversario de la muerte de mi madre y me gustaría saber dónde está ahora. »


El arhat con su ojo en el cielo podía ver que la madre de esta señora estaba en un camino inferior (La vida de un animal, un fantasma hambriento o en el infierno.) y que estaba sufriendo mucho allí.

Entonces le preguntó a la señora: «¿Qué pudo haber hecho su madre durante su vida para encontrarse en un camino inferior y someterse a tanto sufrimiento? »

Y la señora respondió: «A mi madre le gustaba comer pescado y mariscos: los asaba, cocinaba al vapor o los freía. Se comió miles y miles de ellos. Venerado Maestro, ¿cómo puedo ayudarla? »

El arhat respondió: «Pronunciarás el nombre de Buda «el ojo del loto puro», lo saludarás y dibujarás su imagen. Entonces sabrás qué hacer. »

La dama siguió su consejo: se paró frente a la estatua de Buda, pronunció su nombre, lo saludó con gran respeto y finalmente pidió a alguien que lo dibujara.

La misma noche tuvo un sueño: el Buda se le apareció como una montaña llena de luz dorada y le informó que su madre renacería pronto en su casa. También le prometió que le permitiría al recién nacido hablar.

Poco después, una esclava en su casa tuvo un niño que, tan pronto que nació, empezó a hablar. Le dijo a la amable señora:

«Soy tu madre y gracias a ti salí del infierno. Pero todavía tengo un karma muy pesado y por eso nací en una familia de esclavos. En esta vida sólo viviré trece años y luego volveré a un camino inferior. ¿Sabes cómo liberarme de todos estos sufrimientos? »

Esta amable dama comenzó a llorar y le respondió: “Pero, ¿qué has hecho para encontrarte en un camino más bajo?”

El niño esclavo respondió: “He matado, insultado, difamado y dañado a otros: las consecuencias de mis acciones me han devuelto a un camino inferior. Hoy sufro mucho y no puedo liberarme.”

La señora le preguntó: “¿Cómo es el infierno?”

Y el chico respondió: “Hay tanto sufrimiento que no lo creerías”.

Nuestra amable señora lloró de nuevo cuando escuchó esto y fue a la estatua de Buda a llorar al cielo:

“Ahora hago un gran voto: quiero que mi madre se salga del camino inferior y no vuelva a sufrir. Iré y ayudaré a todos los que sufren en los caminos inferiores y me gustaría que todas estas personas se convirtieran en Budas: ¡sólo después de eso me convertiré en Buda a mi vez!”

Tan pronto como terminó de hablar, el Buda se presentó ante ella para felicitarla:

“¡Tu gran deseo es tan emocionante y tan misericordioso! Gracias a tu deseo, tu madre, después de su muerte a la edad de trece años, renació en una tierra celestial donde recibirá la enseñanza de un Buda.  Así que se convertirá en un Buda algún día. Entonces ella ayudará infinitamente a los seres sensibles.”

Esta amable hija es el Boddhisattva Ksitigarbha, el gran arhat se convirtió en un gran Boddhisattva cuyo nombre es “Su pensamiento es infinitamente grande” y la madre se convirtió en el Boddhisattva de la liberación.

Podemos entender que un gran voto tiene un enorme potencial y que la motivación es de gran importancia. Por ejemplo, si alguien es vegetariano para mejorar su salud, recibirá karma positivo para estar sano. Por otro lado, si se convierte en vegetariano porque no quiso matar a los seres sensibles y siente compasión por ellos, recibirá como karma no sólo convertirse en Buda un día, sino también estar sano. Así la motivación es capaz de cambiar el karma: con una motivación diferente para las mismas acciones uno recibirá un karma diferente. Recordemos también que si estamos motivados sólo por nuestra satisfacción personal, las consecuencias pueden ser muy pesadas.