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Historia de la muchacha y su gran voto

(Avadanasataka)

Un día el Buda y sus grandes discípulos iban de casa en casa pidiendo comida. Llegaron a la casa de una familia muy rica. La nuera de esta familia vio el rostro de Buda.


La encontró tan maravillosa que inmediatamente fue a preguntarle a su suegra por qué era tan hermosa y qué debía hacer uno para tener una cara así.

La suegra respondió:

«Es necesario que practiques la generosidad y, sobre todo, que hagas el gran voto de convertirte en Buda. De este modo, un día obtendrás un rostro tan bello como el de Buda. «

Al oír estas palabras, la nuera cocinó y dio comida al Buda y a sus discípulos. También le ofreció flores y, arrodillándose ante él, hizo un gran voto:

«Si hay algún mérito en lo que acabo de hacer, me gustaría compartirlo con todos los seres sensibles. Espero que puedan refugiarse en el Buda, el Dharma y la Sangha, y que a través de las enseñanzas del Buda puedan obtener la sabiduría de la iluminación y la sabiduría de la liberación. «

Al oír su gran deseo, el Buda le sonrió. De su rostro brotaron entonces cinco luces, que dieron tres vueltas alrededor de él y entraron en su cabeza.

Ananda le preguntó entonces:

«Gran Maestro, ¿por qué estás tan contento? «

El Buda, a su vez, le preguntó:

«¿Has visto hoy a esa chica tan guapa que me ha ofrecido comida? «

Y Ananda respondió:

«Sí, la vi, y también vi que hizo un gran voto ante ti. «

El Buda le dijo:

«Estoy muy contento porque he visto que esta chica acumulará todos los méritos de las seis paramitas en tres grandes kalpas inmensurables, y entonces se convertirá en un buda. Ayudará a infinidad de seres sensibles. Por eso estoy muy contento. «

Cuando el Buda terminó de hablar, todos sus discípulos juraron practicar con perseverancia para que ellos también se convirtieran en Budas algún día.

Esta historia nos muestra que ofrecer comida o flores a Buda no es un gesto supersticioso. Debemos tener en cuenta que nuestra motivación para este acto es muy importante. Si hacemos ofrendas para ganar mérito para nosotros mismos, el mérito será muy pequeño. Podremos disfrutarlo al máximo durante tres vidas. Por otro lado, si hacemos el gran voto de ayudar a todos los seres sensibles a convertirse en budas, el mérito será extremadamente grande y nos permitirá convertirnos nosotros mismos en budas algún día.