La gente a menudo piensa que el budismo trata de la liberación, y que para liberarse hay que meditar. Creen que cuando, a través de la meditación, uno deja de tener pensamientos, se libera del sufrimiento. Muchos monjes budistas confirman esta idea de que el objetivo de la práctica es, a través de la meditación, no tener más pensamientos. Déjame contarte una historia sobre esto.
En tiempos de Buda, vivía en la India un campesino cuya única riqueza era su casa y un burro. Un día estaba utilizando su burro para arar, cuando el animal desapareció. Lo buscó por todas partes, pero fue en inútil. Agotado, se apoyó impotente en un árbol y, con las piernas cruzadas, perdió el conocimiento. Un hombre que pasaba por allí observó al campesino y se convenció de que debía de tratarse de un maestro en meditación. Otro aldeano lo vio más tarde y llegó a la misma conclusión. La tarde llegó a su fin. Poco a poco se había ido reuniendo una multitud frente al campesino y se le habían hecho muchas ofrendas, como flores, velas y fruta. Todos estaban ansiosos por que el maestro abriera los ojos para poder escuchar su enseñanza.
Cuando llegó la noche y el campesino había recuperado parte de sus fuerzas, oyó ruidos, y cuando abrió los ojos y vio a toda esa gente a su alrededor, se hizo un profundo silencio. Todos estaban dispuestos a escuchar sus sabias palabras, sabiendo que era sumamente importante oír palabras de esta calidad. El campesino se sorprendió al ver a tanta gente. Su mente, además, seguía tan apegada a su burro que su primera instrucción fue:
“¿Has visto mi burro?”
COMENTARIO
Cuando el campesino estaba agotado, ¿seguían pasando por él pensamientos? No, porque había caído en la fatiga extrema y se desmayó. ¿Había alcanzado la sabiduría de la liberación? No, ni él tampoco, pues seguía atado a su burro. ¿Había recibido la sabiduría de la iluminación? Todavía no. Si crees que la ausencia de pensamiento que obtienes a través de la meditación te traerá la sabiduría de la liberación, eres como aquel campesino que buscaba a su burro. El budismo busca resolver las causas de los problemas para abrir el acceso a la sabiduría de la liberación. La meditación es una ayuda, una herramienta, pero no puede ser el objetivo de la práctica. Y si te quedas con la idea de que la mediación es el objetivo de la práctica, eres como ese campesino que persigue a su burro: tu samadhi es el samadhi del burro.
Le deseo mucha suerte en este camino. Amitofo.