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Historia de dos hermanos


(Agama sutra)

El Buda comenzó a hablar delante de sus discípulos:

«Muchos kalpas antes vivieron dos hermanos que eran budistas practicantes. El hermano mayor practicó muy bien, así que se convirtió en arhat muy rápidamente. El hermano menor, en cambio, era muy inteligente y pudo estudiar todos los sutras. También era muy apreciado por el Primer Ministro del país, que hizo construir un gran monasterio y le pidió que fuera su director. Entonces el hermano menor le dijo al Primer Ministro:

«Mi hermano mayor ha alcanzado el cuarto fruto de arhat, y si lo invitas al monasterio, todos se beneficiarán enormemente. «


El Primer Ministro expresó su acuerdo e invitó al hermano mayor a venir a vivir al monasterio.

Un día, el Primer Ministro ofreció un tejido de excelente calidad a nuestro arhat, pero como no lo necesitaba, se lo dio a su hermano. Poco después, el ministro también regaló un tejido al hermano menor, pero su calidad era mucho más baja. El hermano menor no pudo evitar pensar que el Primer Ministro trataba a su hermano mejor que él y sintió ciertos celos. Más tarde, el Primer Ministro regaló una alfombra al hermano mayor, que volvió a dársela a su hermano menor y esta vez el hermano menor no recibió nada del Primer Ministro. El hermano pequeño estaba muy celoso e incluso enfadado. Cogió la alfombra y se dirigió a la hija del Primer Ministro y le dijo:

«Tu padre ya no me habla. Me pregunto mi hermano qué habrá dicho o hecho mi hermano. Te regalo esta alfombra y si tu padre te pregunta alguna vez quién te la ha regalado, dile que ha sido mi hermano. «

La hija del Primer Ministro le dijo:

«No voy a calumniar a un arhat.»

Entonces el hermano menor le dijo:

«Si no lo haces, no volveré a hablarte y no voy a ser mas tu amigo. «

Como resultado, la hija del Ministro aceptó hacer lo que se le pedía.

Poco después, el Primer Ministro vio que su hija tenía la alfombra que había regalado al arhat, y empezó a pensar que el arhat se la había dado para seducirla.

Un día el hermano mayor fue a ver al Primer Ministro, pero éste no quiso recibirlo. Al ser un arhat, el hermano mayor poseía poderes sobrenaturales y comprendió inmediatamente lo que había sucedido. Entonces, para evitar que el Primer Ministro lo calumniara y cayera así en los tres caminos malignos de la reencarnación, voló al cielo y luego mostró los dieciocho poderes sobrenaturales. Tras esta demostración, el Primer Ministro se dio cuenta de que tenía este monje era un auténtico arhat. Se confesó frente a él, al preguntarle a su hija lo que había sucedido, se enteró de toda la historia. A continuación, echó a su hija y al hermano menor del país. «

El Buda añadió:

«Ese hermanito celoso era yo. Después de mi error me encontré en el infierno donde sufrí mucho. Desgraciadamente, las malas consecuencias no acabaron ahí y aún hoy hay gente que me calumnia. Así que hay que tener mucho cuidado en la vida, si no se está seguro de algo, no se debe hablar de ello. Sobre todo, nunca debes criticar o hablar de los demás con el único fin de buscar tu propio interés personal.»

De esta historia comprendemos que el apego a la buena reputación y a la riqueza nos ciega, y corremos el riesgo de calumniar a los verdaderos santos. Los celos también son una verdadera fuente de problemas y nos impiden salir del ciclo de la reencarnación.

Terminemos con una simple pregunta: ¿podrías traer tu dinero de vuelta en tu próxima vida, y si no puedes, por qué lo quieres tanto?