En primer lugar, mantén el recuerdo del Buda en tu mente. Cuando saludes al Buda, debes inclinarte lentamente y levantarte despacio, una acción para cada movimiento, cada acción claramente diferenciada de las demás.
Los movimientos se describen a modo de ejemplo y son posibles pequeñas variaciones. Lo importante es ser sincero y mantener el recuerdo de Buda constantemente en la mente.
- Colóquese con las palmas de las manos juntas frente al pecho, con los pies separados, mirando las puntas de los dedos de ambas manos.
- La mano derecha desciende primero, la izquierda permanece en su lugar frente al pecho, el cuerpo se agacha lentamente, el brazo derecho se estira hacia adelante y la palma de la mano derecha se apoya frente a la rodilla derecha, la palma de la mano izquierda permanece levantada y ambas rodillas tocan el suelo. Después de arrodillarse, se extiende el brazo izquierdo hasta tocar el suelo en el centro de la esterilla con la palma de la mano, y se alinea la palma de la mano derecha con ella, colocándolas a unos 15 cm de distancia.
- Luego toca el suelo con la frente. Es importante no tocar el suelo con la parte superior de la cabeza.
- Cierra ambos puños, gíralos y abre las palmas hacia arriba con el dorso apoyado en el suelo.
- Gire las palmas de las manos hacia el suelo y comience a levantar la cabeza. Luego lleva la mano derecha hacia atrás, delante de la rodilla derecha.
- Levantar la palma de la mano izquierda hacia el pecho, y levantar el cuerpo apoyándose en el brazo derecho, subiendo lentamente. Al final, colóquese en la misma posición que al principio, con las manos unidas delante del pecho y manténgase erguido.